Iberdrola derriba la térmica de Escombreras, la fábrica que un día fue la principal productora de electricidad de España, y reduce las emisiones un 66%
La multinacional también ha cerrado fábricas en Guipúzcoa, Toledo y Asturias
La demanda de electricidad en el municipio baja entre un 1% y un 2% por la crisis
La central térmica de Escombreras ya es historia, como lo son también las columnas de denso humo negro que expulsaba por sus chimeneas desde los años cincuenta. Con el desmantelamiento de las instalaciones de Iberdrola, cuyos trabajos terminaron hace unos días, y la entrada en funcionamiento en 2010 de la central de ciclo combinado, las emisiones a la atmósfera se han reducido un 66%. El coste de respirar aire más limpio ha sido más de siete millones de euros y tres años de duro trabajo, que además han servido para retirar toneladas de chatarra y amianto de la vieja fábrica, aquella que hace dos décadas fue la principal productora de energía eléctrica de España.
Gracias a la apuesta de Iberdrola por la producción de energía más respetuosa con el medio ambiente y los 50 millones que la refinería de Repsol está gastando para reducir un 15% sus emisiones a la atmósfera, los vecinos de la diputación de Alumbres ven ahora un futuro un poco más libre de polución.
La central térmica o la Gran Central, como fue bautizada en su momento, ha supuesto todo un hito en la historia energética de Cartagena y de la Región de Murcia. No solo permitió superar las restricciones de producción de electricidad de los años cincuenta sino que contribuyó decisivamente al desarrollo industrial y económico de la zona durante el siglo XX.
Capacidad instalada
En un principio estuvo equipada con tres grupos productores, que se ampliaron con dos más una década después. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ya desmanteló en 2004 los tres primeros, que se surtían de fuel para su funcionamiento, para ubicar en este emplazamiento el actual ciclo combinado de gas natural de 815 megavatios de potencia. Ahora han terminado los trabajos de los dos últimos.
Esto ha supuesto una reducción de la emisión de CO2 (dióxido de carbono), NOx (óxido de nitrógeno) y no emite SO2 (dióxido de azufre) ni partículas. La compañía energética ha desmantelado otras tres centrales similares a la de Escombreras en los últimos años: la de Pasajes (Guipúzcoa), la de Lada 3 (Langreo, Asturias) y la de Aceca 1 ( Villaseca de la Sagra, Toledo). Eso le ha permitido disminuir sus emisiones a la atmósfera en el total de su producción un 15% durante el primer semestre de este año, con respecto al segundo del pasado.
Los trabajos de desmontaje y desmantelamiento de los grupos 4 y 5 comenzaron con la retirada del aislamiento de toda la planta. Para ello fue necesario tapar con plástico cada parte donde se actuaba, para evitar la expulsión de fibras de amianto. Según explicó ayer el director de producción de la compañía en Cartagena, Javier Valdés, «los obreros iban protegidos con un equipo de seguridad y antes de salir de la zona de trabajo pasaban por varias habitaciones para limpiar los trajes de impurezas».
La segunda fase consistió en convertir en chatarra las calderas, transformadores, turbinas, alternadores, tuberías, depósitos y tanques de almacenamiento de fuel, así como la demolición de las chimeneas. Para éstas, los trabajos han sido más complicados ya que hubo que desmontar sección por sección. «Fue imposible derrumbarlas con explosivos por la cercanía a la carretera», dijo el director.
Ahora solo queda en funcionamiento la central de ciclo combinado de gas natural, de la que destaca sobre las de fuel por su mayor eficiencia y respeto al medio ambiente. Una vez consumido el gas para producir electricidad, el calor generado en el proceso se aprovecha para obtener más energía. Se trata éste de un doble proceso que reduce los costes de producción. Así, su rendimiento se sitúa en torno al 60%, frente al de una central térmica convencional, que no llega al 35%.
A mitad de su capacidad
Se trata de una central que funcionan solo a la mitad de su capacidad, debido al mayor uso de la energía eléctrica de origen renovable como la solar y la eólica; y los impuestos locales y regionales. La multinacional no tiene previsto en los próximos años más inversiones en Cartagena, según indicó Javier Valdés, aunque no descartó que a largo plazo la empresa se decida a montar algo en el solar de la térmica. La razón, la reducción de la demanda eléctrica entre un 1% y un 2% en Cartagena, debido a la crisis.
http://www.laverdad.es/murcia/v/20130830/cartagena/gran-central-historia-20130830.html
