Francisco Báez trabajó durante años en Uralita S.A., la mayor empresa de fabricación de amianto en España y protagonista de la más sonada lucha judicial de las víctimas de la inhalación de este material.
El amianto es un material que se ha empleado durante décadas como aislante en construcción, fabricación naval y ferroviaria, pero, desde 2002, su utilización, producción y comercialización están prohibidos en toda la Unión Europea al haberse determinado que cuando se rompe produce fibras que, al ser inhaladas, pueden llegar a ocasionar cáncer.
Durante 40 años, Báez ha dedicado su vida a investigar las consecuencias para la salud del amianto y el motivo del generalizado desconocimiento que ha habido en la sociedad a pesar de las numerosas evidencias científicas.
En 2014, publicó su investigación en un libro titulado Amianto: un genocidio impune.
¿Por qué el amianto fue un material tan empleado en Metro y dónde se encuentra?
Es un aislante.El uso en vagones y locomotoras ha de ser referido a dos utilizaciones: como aislante ignífugo en el recubrimiento y como parte integrante de la maquinaria, como aislante en cuadros eléctricos o en juntas de ensamblaje.
El uso en los túneles, a mi criterio adolece de un riesgo añadido, por el efecto sinérgico, para desencadenar cáncer pulmonar, por las eventuales emanaciones de gas radón, procedente de los terrenos del subsuelo, que conforman las paredes del túnel.
¿Cuándo se empezó a saber los perjuicios que trae a la salud?
En sentido estricto, diríamos que desde la Antigüedad Clásica, pero, por lo que respecta al conocimiento experto y académico, diríamos que casi desde el inicio de la Revolución Industrial.
Sin embargo, ha existido una verdadera e interesada conspiración de silencio, liderada por las grandes multinacionales de la minería y el uso industrial del amianto, facilitada por la cartelización y cruce de paquetes accionariales respectivos.
¿De qué forma es el amianto perjudicial a la salud y qué enfermedades puede generar?
Es muy perjudicial para la salud, para los trabajadores, para los familiares que conviven con ellos, para los habitantes del entorno de los centros de trabajo en los que el amianto ha sido utilizado en el proceso productivo o como integrante importante de las instalaciones industriales y para la población en general, con el importante incremento añadido, del mucho amianto instalado y pendiente de retirar.
Dependiendo de la enfermedad asbesto-relacionada a considerar, será posible o probable la afectación, también para quienes no han trabajado con amianto. Por lo que respecta a estos últimos, son las placas pleurales y el cáncer denominado mesotelioma, los que más probablemente pueden resultar de la inhalación de amianto.
¿Son las enfermedades derivadas del amianto curables?
Curables, ninguna. En cuanto a la proporción de fallecidos por esa causa, en el mesotelioma, todos. En los cánceres de pulmón, ovarios o laringe, con exposición constatada, tendremos un alto porcentaje de muertes por esa causa. En la asbestosis, un porcentaje variable, pero nunca desdeñable.
Hay otras patologías asbesto-relacionadas, como es el caso de las placas pleurales, cuando media exposición confirmada, que aunque habitualmente no sean mortales, lo que sí vienen a determinar, es un temor y permanente angustia vital, hasta el punto de haberse llegado a registrar algunos casos de suicidios, motivados por esa situación.
¿Cómo puede retirarse el amianto de una estructura como Metro?
Es evidente que con un plan riguroso y a largo plazo, con un presupuesto muy alto y con una contratación orientada a la adjudicación a la empresa de desamiantado adecuada.
Fuente: www.20minutos.es