Entre 12.000 y 15.000 personas se vieron expuestas al amianto en la Comunidad de Madrid entre los años 1970 y 2000 y entre 4.000 y 5.000 podrían morir hasta el año 2030 víctimas de esta exposición, según estimaciones del sindicato CCOO de Madrid.
Tras las noticias sobre la presencia de amianto en Metro, CCOO de Madrid insta a las Administraciones central, autonómica y local a asumir responsabilidades de forma urgente y trabajar de manera coordinada para realizar un censo de los edificios e instalaciones que contienen amianto en la región madrileña y el resto del país, comenzando por los colegios, hospitales y edificios públicos.
En un comunicado, el sindicato destaca que el problema del amianto no desapareció con su prohibición en el año 2001 y que existen dos graves problemas que siguen sin resolverse: la atención a las víctimas y el amianto instalado.
"Las víctimas del amianto en nuestro país lo son por partida doble", según la secretaria de Salud Laboral de CCOO de Madrid, Carmen Mancheño, quien indica que, "además de perder su salud y fallecer por una causa evitable, son víctimas de la falta de reconocimiento del carácter profesional de su enfermedad, lo que les priva de sus derechos en términos de prestaciones y de reconocimiento social".
Este hecho implica también la trasferencia de los costes económicos provocados por la enfermedad desde las empresas responsables de las exposiciones laborales a los servicios públicos de salud, además de impedir cualquier tipo de reacción o reivindicación por parte de la sociedad civil, agrega el sindicato.
CCOO señala que es necesario atender a las víctimas y vigilar la salud de los trabajadores que han estado expuestos al amianto, pero también es importante compensar el daño producido a estas personas.
Por ello, la organización sindical apuesta por la creación de un Fondo de Compensación para las víctimas del amianto e insta a todas las fuerzas políticas a apoyar la Ley sobre el Fondo de Compensación a las Víctimas del amianto que actualmente se está tramitando en el Congreso de los Diputados.
Además, destaca el "grave" problema de los más de 2,6 millones de toneladas de amianto instalado en tejados, paredes, techos, instalaciones de aireación, calorifugado, sistemas de conducción de agua y gas, edificios e instalaciones.
Todavía queda "una ingente cantidad" de amianto instalado en las cubiertas de los barrios más humildes, en polígonos industriales, en multitud de naves, en colegios, hospitales y edificios industriales abandonados, recuerda.
Si este material no está identificado, si no se sabe dónde está y en qué condiciones se encuentra, puede poner en riesgo la salud de los trabajadores, especialmente en las operaciones de reparación, mantenimiento, sustitución y demolición, avisa CCOO.
A medio plazo, resalta, hay que retirar todo el amianto posible porque la vida útil del material toca a su fin, y porque el tiempo lo hace más susceptible de golpes, roturas, deterioro, desmenuzamiento y desprendimiento de fibras.
Fuente: www.lavanguardia.com
http://www.lavanguardia.com/local/madrid/20180228/441149078305/entre-4000-y-5000-personas-podrian-morir-en-madrid-por-el-amianto.html