El derribo de una vieja fábrica evitará a San Carlos el efecto nocivo del amianto
La demolición por fases permite echar abajo una nave en desuso y retirar las placas de fibrocemento sin impacto para la salud de los vecinos del barrio
Los obreros tuvieron que emplear trajes especiales para no respirar el material, altamente contaminante
El vestigio de la mayor industria de Redován en el siglo XX pasará a ser un recuerdo para poner en valor el polígono industrial. La vieja fábrica de Cerámicas El Chato ha sido desmontada por fases para evitar desprendimientos ante el mal estado de la nave y que no provoque problemas de salud a los vecinos de la pedanía de San Carlos derivados del uso del amianto en su construcción. Los reiterados robos de chatarra habían dejado las cubiertas de la estructura sustentada sobre unos frágiles pilares arqueados por el paso del tiempo, ante lo que el equipo de gobierno firmó una orden de demolición para evitar males mayores.
Las naves que se encontraban a pleno rendimiento en los años sesenta se levantaron sobre un forjado metálico y cubiertas con placas de fibrocemento y este material es el que ha provocado que el proyecto de demolición sea costoso y complejo, puesto que el propietario ha tenido que evitar que el techo se desplome y origine polvo de amianto, material nocivo para las personas que lo inhalen.
El gobierno local se planteó hace dos años demoler de la entrada al municipio la vieja fábrica de ladrillos que abasteció de material de obra durante décadas a gran parte de la Vega Baja, una producción en cadena que se abandonó hace muchos años y que era parte, junto a las canteras, de la primera estampa que el visitante veía de Redován. El alcalde, Emilio Fernández, alertó entonces de que los amigos de lo ajeno se habían llevado gran parte de la estructura y dejaron las naves en riesgo de derrumbe.
Por este motivo la vetusta fábrica se acordonó y aceleraron los trámites para su derribo. Los ladrones de metal habían robado gran parte de los pilares de hierro y la cubierta se sujetaba sobre los mínimos puntos de apoyo. «La verdad es que han realizado trabajo meticuloso y peligroso porque la cubierta podría haber cedido», explicó el regidor.
El propietario encargó un proyecto de demolición que cuesta alrededor de 300.000 euros, ya que el desmantelamiento de los materiales de obra es progresivo. Para evitar que las placas de fibrocemento se hicieran añicos al caer al suelo y desprendiera amianto en suspensión la empresa encargada tuvo que realizar un proceso de desamiantado que consistía en quitar con grúas cada placa de la techumbre. Para ello, fue necesario volver a construir una estructura que soportara el peso del edificio.
«Hemos tardado varios meses hasta que el proyecto estuviera aprobado ya que la Conselleria de Empleo tuvo que dar su visto bueno», dijo Fernández. Incluso los trabajadores que operaban por el interior de las instalaciones «han dispuesto de trajes especiales como los de los buzos para no respirar el amianto», comentó el alcalde, que añadió que «los restos se tienen que llevar a un vertedero especializado para su tratamiento».
Rotonda de la Nacional 340
Por otra parte, el equipo de gobierno redovanense ha conseguido que el Ministerio de Fomento se comprometa a construir una rotonda que dé acceso al polígono industrial desde la Nacional 340. Esta infraestructura permitirá abrir la entrada de la localidad desde la Autovía A-7 después de años en los que los vecinos han tenido que atravesar uno de los puntos negros de esta vía, cuya velocidad está restringida a 60 kilómetros a la hora.
Los técnicos de Fomento ya han tomado medidas en el cruce que deriva el tráfico desde San Carlos hacia el centro del casco urbano. «Todavía no nos han dado una fecha concreta, pero el subdelegado del Gobierno asegura que esta rotonda va a ser una realidad porque se quiere eliminar el riesgo de esta intersección para el tráfico rodado», confirmó el alcalde.
http://www.laverdad.es/alicante/v/20130624/orihuela/derribo-vieja-fabrica-evitara-20130624.html