El concejal de Urbanismo advierte de la peligrosidad de este mineral y anuncia que contratará a una empresa para que lo retire
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tendrá que esperar un mes y medio más como mínimo para poder demoler la antigua fábrica de Celgán, situada en el barrio de Tío Pino, a pesar de su estado ruinoso y del riesgo de que se produzca un derrumbe de manera inminente. La empresa que tenía que llevar a cabo en estos días los trabajos de demolición ha descubierto durante la inspección del viejo inmueble la existencia de amianto, un mineral que se usaba en materiales de construcción y que está prohibido desde el año 2005 porque las autoridades médicas demostraron que los productos relacionadas con el amianto provocan cáncer con una elevada mortalidad.
Por lo tanto, su derribo podría resultar más peligroso que su actual estado ruinoso si no se retira de manera inmediata dicho material. Lo confirmó ayer el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo en la capital tinerfeña, el socialista José Ángel Martín, quien anunció que ahora el Consistorio chicharrero tendrá que contratar a una empresa especializada en la retirada de este tipo de productos. "Como es lógico no podemos permitir que se lleven a cabo los trabajos de demolición del inmueble, por muy mal que esté, sin antes no eliminamos el amianto", indicó José Ángel Martín.
Este descubrimiento no solo retrasará el derribo de la antigua fábrica de Celgán, sino que además el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tendrá que gastarse más dinero del previsto inicialmente. Solo la demolición supondrá una inversión de más de 200.000 euros, a los que habrá que sumar este nuevo gasto, que aún el Consistorio no ha calculado. De todas formas, el concejal de Urbanismo recuerda que la Corporación local está actuando de manera subsidiaria en este caso, por lo que todo el dinero que el Ayuntamiento destine a la antigua fábrica será reclamado a su dueño, la empresa Promociones Amojo, a la que además la Gerencia de Urbanismo ha puesto una sanción de 50.000 euros por negarse a demoler el edificio.
El Gobierno local, formado por nacionalistas y socialistas, pidió auxilio judicial en el pasado mes de julio para poder derribar esta construcción debido "al peligro inminente de derrumbe" y debido a que la empresa propietaria del edificio no solo se negó a desalojar y demoler la fábrica, sino que además no permitía que el Ayuntamiento lo hiciese a través de la ejecución subsidiaria. Cuatro meses después, el Consistorio chicharrero obtuvo el auxilio judicial y justo cuando ya estaba todo preparado para proceder al derribo, la empresa contratada para los trabajos descubre la presencia del mineral amianto en los materiales utilizados para la construcción del inmueble.
Por otra parte, sigue habiendo otro problema. Aún continúan ocupando el inmueble dos de las 18 personas que dormían en la antigua fábrica de Celgán. Estas se niegan a abandonar el edificio a pesar del peligro que existe en él. El Ayuntamiento confía en que cuando estos ciudadanos vean las palas para proceder al derribo, abandonen voluntariamente la fábrica, porque "ha sido imposible llegar a un acuerdo previo con ellos, algo que sí ha ocurrido con el resto de las personas".
http://www.laopinion.es/tenerife/2013/12/27/descubrimiento-amianto-antigua-fabrica-celgan/517376.html