Aceros de Llodio lleva cuenta con varios muertos por culpa del amianto. Simón Alonso Chicote, 67 años, acudió a la reunión de ASVIAMIE Aiaraldea este pasado jueves acompañado de su mujer e hijo. Quiso comentar su dramática situación. Animó a la gente a que figure en registro específico de la salud de quienes han trabajado con el mineral cancerígeno y pidió a quienes estaban presentes que no abandonen los controles mėdicos.
Comenzó a trabajar a los 18 años en Aceros de Llodio. Estuvo hasta su cierre en 1992, y después fue enviado a Sidenor Basauri. Hace unos meses, en verano, le diagnosticaron un mesotelioma. No hay duda, la evidencia médico-científico confirma que ese tipo de cáncer infalible se genera por la inhalación de amianto.
¿Cuando comenzaste a trabajar y dónde?
Comencé en Aceros de Llodio en 1970 hasta 1992, cuando cerraron la planta. Después me enviaron a Sidenor Basauri hasta 2009. Ahí ya no trabajamos con amianto -en teoría en 2001 se prohibió en el Estado español, siendo efectiva desde junio de 2002-. Lo mío viene de atrás. En los últimos años de Aceros de Llodio trabajaba con los electricistas y manipulaban bastante amianto. Estábamos en el mismo pabellón con una diferencia de unas mamparas, pero por arriba estaban abiertas.
¿Cómo tuviste el contacto con amianto?
Trabajaba con temperatura. Mi oficio era instrumentista pirometrista. Estaba relacionado con el calor y el control de temperatura, y el amianto lo utilizaba mucho por esa razón, porque el calor es una de las cosas teníamos que controlar y, al mismo tiempo, teníamos que proteger las ondas termopares(sensores de temperatura), donde se tomaba la temperatura y se protegía con el amianto. Todo eso se manipulaba por nuestra parte.
¿Cogías amianto?
Cogía cuerda de amianto, placas de amianto, sin ningún tratamiento ni protección alguna. Nadie nos dijo nada. Calculo que hasta los años noventa, o ochenta y muchos años, no fue hasta cuando nos dijeron que el amianto era cancerígeno, que nos protegiésemos, pero ellos no nos protegieron, ni nos dieron nada para impedir el contacto directo con el amianto y la inhalación de sus fibras. Mojar la cuerda, mojar el amianto, que ibas a manipular, pero no habría más protección.
¿Cuándo te detectaron el amianto?
Este verano. A través de una placa, me la vio la doctora de cabecera que sabía que había sido trabajador de amianto/manipulador de amianto y se derivó en un TAC y después otras, que son las que han confirmado todo.
¿Notaste algo?
Noté un pequeño dolor dorsal. Fui a hacerme una placa y a ver qué me cuenta. Cuando vio la placa, no le gustó a mi médica de cabecera y me derivó al hospital. Fue muy rápido, hay que reconocerlo. La doctora me enfiló. Las otras pruebas fueron contundentes. Estoy en tratamiento de quimioterapia. Llevo cuatro sesiones, y ahí estamos. Esperando a ver cuál es el futuro.
¿Como ves el futuro? (Se sonríe)
A Dios gracias, todavía tengo la cabeza despejada. Llegará el momento malo, que tendrá que llegar, pero tengo esa suerte por ahora.
Tengo 67 años y he tenido la mala suerte de que me estalle el amianto. Hemos visto, y todos los que hemos trabajado en Aceros de Llodio lo vimos, que ha habido gente que ha trabajado con más amianto que yo. Pero una micropartícula que se te aloje en tu cuerpo te la ha armado, ahí la tienes y te hace la vida imposible. Y cuando llegas a una edad
pum. Se acabó.
¿Qué te dicen los médicos?
De momento, la quimio a ver qué resultado da.
¿Te dan alguna esperanza?
No me han hablado de esperanza. Tampoco hemos preguntado a fondo, sabes que estás cogido y
¿cuál es la esperanza? Me imagino que tampoco se atreven a decírtelo. No les gusta dar información. Cuando me hicieron el TAC y otras pruebas, me dijeron que lo más seguro era una biopsia, me hicieron firmar un papel en el que ponía que lo más seguro que podía ser una biopsia al uso o una de operación. Cuando vieron lo que había acabó en una operación de tres horas y pico, y aprovecharon a cortarme un trozo de pulmón, que estaba ya tocadito. Mientras estuve hospitalizado, durante catorce días, no te daban explicaciones, mientras no estabas para irte o una entrevista con el cirujano, que sabía el resultado, no nos quisieron dar explicación. Luego ya nos dijeron.
¿Por qué?
En parte es entendible, porque defendía que podía no ser el tema del amianto, que podría ser de pulmón o de otra cosa. Entonces, si la familia es receptiva te lo dicen. Después lo confirmaron, claro. El diagnostico está ahí: mesotelioma. Estamos en guerra para que me den el reconocimiento de enfermedad profesional, a ver qué podemos hacer. Jesús Uzkudun ya metió a Osalan la documentación para que figure en el registro específico de la salud. Osalan (el pasado jueves) vino hoy a casa para corroborar los datos y comprobar que realmente trabajé con amianto. El proceso sigue su curso, enviarán el informe al INSS para el reconocimiento de la enfermedad profesional. Tendrán que hablar con la empresa, para que reconozca que ha habido amianto.
¿Qué piensas ante esta situación?
Imagínate, toda la vida trabajando para esto.Y sobre todo por la mala suerte, suerte relativa, si estas con ese producto corres el riesgo, pero deberíamos de haber padecido riesgo alguno.
¿Qué le dirías a otros trabajadores que estuvieron contigo o a otros muchos que han estado con el amianto?
A más de uno les he advertido. Les he dicho que se lo tomen en serio. Les he dicho mirar lo que tengo, que esto igual parece que no lo tienes, pero te puede saltar en cualquier momento. Porque, a partir de unos años, esto te puede salir. Los que conozco, y son receptivos, les he dicho.. Hay gente que no dicen nada, callan. Harán el caso que hagan, ellos verán. Es su salud, es su vida.
¿Que dirías a la gente?
Que tome conciencia, que se vaya a mirar, que exija a Osakidetza y Osalan que haya un seguimiento, porque la enfermedad va a ser fatal para mucha gente, somos muchos los afectados, está bien claro.
Juanjo Basterra
Fuente: www.elperiodistacanalla.net
https://elperiodistacanalla.net/2019/01/14/los-medicos-no-me-han-hablado-de-esperanza-frente-al-amianto-en-aceros-de-llodio-no-nos-protegieron-ni-previnieron/