La decisión de la constructora, que iniciará los trabajos el día 20, permitirá al Ayuntamiento ahorrar 1,5 millones de euros
Cuatro años después del cierre definitivo de la planta de Uralita, cuando el Ayuntamiento había aprobado ya la demolición y limpieza de lo poco que queda en pie de las naves industriales, la empresa propietaria de los terrenos la constructora Reyal Urbis ha dado un giro de última hora al asumir su responsabilidad en dichas tareas después de permitir, o de mirar, como mínimo, para otro lado, el expolio salvaje de sus instalaciones llevado a cabo en los últimos meses por los ladrones de chatarra en busca de las preciadas vigas de las edificaciones.
Así que ahora, en un momento en el que apenas hay nada ya que demoler, la empresa se hace cargo por fin de las labores de derribo y de retirada de los restos de amianto un material altamente cancerígeno, que comenzarán el próximo día 20, en cuanto reciban el visto bueno por parte del Servicio Territorial de la Consejería de Fomento al proyecto presentado in extremis para evitar la ejecución subsidiaria de los trabajos acordada por el Consistorio.
La entrada en escena de Reyal Urbis, que se encuentra inmersa en un procedimiento judicial abierto precisamente por un posible delito contra el medio ambiente cometido en Uralita, permitirá aliviar las arcas municipales, que habían reservado ya una partida de 1,5 millones de euros para el proyecto de demolición adjudicado ya a una empresa especializada. Esa cantidad debía ser abonada después por la constructora, aunque el pago de la factura era más que incierto debido al concurso de acreedores en el que se encuentra en la actualidad Reyal Urbis, lo que llevaría al Ayuntamiento a sumarse a la larga masa de acreedores de la firma a la espera de poder cobrar.
La constructora anunció su decisión hace apenas un mes, cuando Urbanismo ya había encargado y aprobado los trabajos, aunque inicialmente se limitó a vallar el perímetro y a poner vigilancia solo hasta media tarde de los vastos terrenos de más de cuatro hectáreas situados entre la avenida de Zamora y la carretera de Madrid. Eso no impidió que los robos continuaran, y continúan, hasta el punto de que en el último mes han desaparecido literalmente los restos de la nave principal fruto de los derribos llevados a cabo por las cuadrillas de ladrones para sustraer las vigas metálicas.
A la espera de la autorización
A esa primera medida le siguió la reciente presentación oficial del proyecto de demolición a su cargo la nueva adjudicataria es la empresa madrileña Voladuras y Demoliciones, lo que llevó al Ayuntamiento «ha acordar la suspensión de la orden de ejecución después de recibir la documentación que acreditaba su entrada en el registro de la Junta», según reconoció ayer la concejala de Urbanismo, Cristina Vidal, quien confirmó que el ejecutivo autonómico ha mostrado su intención «de resolver el proceso para que el inicio de las obras no se demore más».
Tanto es así que fuentes de la propia firma especializada en demoliciones confirmaron ayer que su intención «es comenzar los trabajos el próximo 20 de mayo si no surge ningún contratiempo de última hora».
Será entonces cuando sean obreros especializados en la retirada del amianto los que lleven a cabo el derribo controlado de los últimos restos de Uralita después de que cuadrillas enteras, de hasta diez personas, hayan hecho lo propio sin protección alguna durante cuatro años.
http://www.elnortedecastilla.es/20130508/local/valladolid/duenos-asumen-ultima-hora-201305082147.html