FELIPE Cuñado, de 61 años y vecino de Zumarraga, trabajó en una fundición de Urretxu tres décadas, entre 1970 y 2000. Explica que al pasar a ser pensionista ya no tenía los reconocimientos médicos del trabajo. Como prevención, hace cinco años se puso en contacto con varios antiguos compañeros y, a través de Osalan, todos ellos comenzaron a pasar controles. Todos los años me hacía pruebas y tenía todo perfecto. Pero en septiembre del año pasado después de hacerme las pruebas el doctor me preguntó a ver si estaba más cansado o si me sentía mal. No tenía ningún síntoma, pero tenía cáncer de pulmón, recuerda Cuñado.
La rápida detección fue fundamental para evitar el desarrollo de la enfermedad. Me empezaron a hacer todo tipo de pruebas, pero el nódulo iba creciendo y además apareció otro, el cáncer se va desarrollando muy deprisa. Había que operar cuanto antes.
Apenas unas semanas después estaba en el quirófano. Me quitaron medio pulmón y los ganglios. Al salir los médicos me dijeron que era para estar contento, relata. Menos mal que pedimos a Osalan que nos hiciera las pruebas, sino ahora estoy en el cementerio. Ahora llevo una vida limitada, no puedo ir al monte, nunca volveré a hacer vida normal, pero hago lo posible por caminar. A los compañeros jubilados que trabajaron conmigo siempre les digo que no dejen de hacerse controles porque el pico del amianto va a llegar entre 2020 y 2025. Va a haber muchos más casos, advierte este exmetalúrgico.
Aunque la batalla principal contra la enfermedad la ha ganado, este afectado mantiene la misma guerra que otros muchos enfermos y familiares de fallecidos por exposición al amianto, que se le compense económicamente por los perjuicios sufridos a causa de la falta de medidas de prevención en su empresa.
Tiene la baja absoluta por enfermedad profesional, pero al haber desparecido la empresa en que trabajaba no tiene a quién reclamar. Por eso pide a quien corresponda que cree un fondo para que personas como él puedan complementar su pensión. Es injusto, sufriendo el mismo problema unas personas cobran la indemnizacion y otros como yo no. Sabemos que se van a dar muchos casos en el futuro y pido a quien corresponda, no sé si sindicatos u organizaciones empresariales, que se pongan de acuerdo para hacer frente a esto.
Fuente: www.deia.com
http://www.deia.com/2015/04/27/economia/si-no-pido-las-pruebas-estoy-en-el-cementerio