El amianto fue un material muy utilizado en la construcción durante el siglo pasado. Las fibras de asbestos o amianto son muy resistentes y se encuentra en placas onduladas de fibrocemento, muy habituales en tejados y depósitos o en canalizaciones para conducir el agua. Su uso fue muy habitual en granjas, fincas agrícolas y ganaderas, así como en garajes, naves industriales o edificios comunitarios.
En 2001, tras comprobar los efectos perjudiciales que tenía en la salud de las personas si se inhalaban sus fibras de forma continuada, se prohibió su fabricación y en 2002 quedó prohibido su uso.
Material prohibido
Los efectos de este material, actualmente prohibido pero muy utilizado entre los años 50 y 90 en construcción, son nocivos para la salud y el medio ambiente, como se ha demostrado en diferentes estudios a lo largo de los años. La inhalación de las fibras puede provocar diversos tipos de cánceres y tumores, así como enfermedades respiratorias graves. Por ello, quienes perciban la presencia de amianto en sus viviendas, instalaciones agrícolas o industriales deben ponerse en contacto con empresas especializadas en la retirada de este material peligroso. La incorrecta manipulación y la gestión indebida expone a las personas a graves riesgos para la salud por la rotura de las fibras que lo componen.
Según la Organización Mundial de la Salud, este material cancerígeno está relacionado con el diagnóstico de entre 20.000 y 30.000 nuevos casos de dolencias al año.
La retirada del amianto es siempre aconsejable dados los perjuicios para la salud, es importante advertir que se están dando casos de manipulación peligrosa de cubiertas de amianto para instalar placas solares. En algunos casos, se instalan las placas solares sobre este material que hay que perforar, cortar o trasladar por personas no profesionales y sin la cualificación necesaria para realizar esta actividad peligrosa, con los consiguientes riesgos para la salud y para el medio ambiente.
Así que, quienes vayan a instalar placas fotovoltaicas deben saber que no deben hacerlo jamás sobre paneles de uralita ni tejados con placas de amianto, ya que su manipulación es muy peligrosa. Por ello, es importante retirar los elementos que contengan amianto a través de empresas expertas inscritas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto). Solo de este modo se garantiza la seguridad de las personas y se vela por la protección del entorno.
Fuente: www.diariodemallorca.es