Entrevista a Francisco Báez Baquet sobre la industria criminal del amianto

Francisco Báez, extrabajador de Uralita en Sevilla, autor de Amianto: un genocidio impune, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra esta industria de la muerte desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 40 años a la investigación sobre el amianto.

De nuevo le robo tiempo, querido amigo. Dos preguntas fuera de tema. Me llega este correo suyo, con recomendaciones:

Autora: Sara Mesa. Título: Silencio administrativo. Editorial: ANAGRAMA ISBN: 978-84-339-1627-3. 120 páginas. Precio: 8.9 euros.

En el número de Enero de 2019, de «Investigación y Ciencia» (todavía se está a tiempo de encontrarlo en algún quiosco), se incluye un bloque de artículos dedicados al tema "La Ciencia de la Desigualdad", entre los que se incluye al titulado "La desigualdad en EE.UU.". En él se incluyen dos gráficos, uno incluido en un apartado con el expresivo título de: "El fin del sueño americano", y el otro, incluido en otro apartado, titulado "Brecha salarial en EE.UU.".

Uno puede ya saber o intuir cuál es la situación actual, respecto de la desigualdad en el Mundo, pero no es lo mismo, verlo confirmado con la precisión que suministra la cuantificación de los datos empíricos. Sería interesante saber -evidente anacronismo por nuestra imaginativa parte-, qué habría podido decir al respecto Don Carlos Marx. Algo así, imagino, como el consabido "te lo dije" o "ya te lo avisé", de nuestras madres y/o esposas, en el caso de caso de los receptores varones, de esa admonición.

Entre el libro recomendado, y el bloque de artículos de la revista, y pese a tratar de cuestiones distintas, añade usted, “se puede percibir, indudablemente, un cierto nexo de ideas”.

Veo, pues, que anda con nuevas tareas, no directamente relacionadas con el amianto. ¿Nos puede dar alguna pista?

Bueno, no sé si a fin de cuentas mi propósito terminará de llegar a buen puerto. Ya veremos. La idea, básicamente, consiste en explorar la posibilidad de abogar por el reconocimiento de nuevos derechos, que vendrían a sumarse a los ya existentes, y aunque tengo que admitir que en verdad, a día de hoy, esos todavía no resultan debidamente atendidos y satisfechos, por lo que no deja de ser un tanto utópico embarcarse ahora en la reivindicación de otros nuevos, para los que habría que pugnar por allegar los recursos económicos, siempre precisos, aunque solamente sea, como mínimo, meramente para poder gestionarlos y para previamente haber arrancado con el esfuerzo organizativo inicial, necesario para su implantación.

No obstante todo lo dicho, me empecino, al menos de momento, en mi idea, porque considero que las opciones políticas a babor en el arco iris ideológico, en la coyuntura presente precisan de un rearme del bagaje reivindicativo, como revulsivo y aliciente para motivar y movilizar el necesario respaldo masivo de los ciudadanos.

Obviamente, no vale cualquier propuesta de nuevos derechos. Habría que atinar a que supusieran unas mutaciones políticas y sociales, lo suficientemente ilusionantes, como para poder resultar suficientemente apetecibles, al menos para sus potenciales beneficiarios preferentemente concernidos, en función de sus respectivas circunstancias personales o familiares.

Muy interesante lo que nos explica. Otra nota suya:

Mi estimado amigo:
Del programa televisivo de la tv autonómica canaria, dos video-reportajes de retransmisión, cada uno de más de una hora de duración, son accesibles a través de los links:

https://www.youtube.com/watch?v=CbEmndISAvo https://www.youtube.com/watch?v=gx0uEyt8Gf4 .

Obviamente, para disfrutarlos, es preciso activar los altavoces del ordenador; esa vivencia es mejor que cualquier descripción que pueda hacerse. Merece la pena, mal que le pese a algunos supremacistas...

Por cierto, que si tuviera a mano cualquier excusa para acercase a Sevilla, hasta principios de marzo estará abierta una exposición transitoria y monográfica, en el Museo de Bellas Artes, de cuadros de Murillo, que es una oportunidad irrepetible, pues se han reunido obras procedentes de museos de todo el Mundo. Las pinturas de temática costumbrista, lo más formidable, al margen de lo ya más archiconocido, que son los cuadros de tema religioso.

¿Por qué merecen la pena esos enlaces? ¿Por qué habla de los supremacistas? Más aún: ¿Le interesa Murillo? ¿Le gusta la pintura?

Comenzando por lo último: fui, en mi juventud, alumno de la Escuela de Bellas Artes y Oficios Artísticos, en las asignaturas de Dibujo Artístico y de Historia del Arte; en esta última, después de haber aprobado el curso, y a pesar de ello, por voluntad propia me volví a inscribir en el mismo curso al año siguiente, volviendo, lógicamente, a aprobarlo por segunda vez, y todo ello por el mero placer de haber podido asistir a las mismas clases, con sus proyecciones de diapositivas. Lo cual, creo que resulta indicativo de la naturaleza de algunas de mis aficiones, aunque, cuando tuve la oportunidad de intentar acometer estudios universitarios, en obligada simultaneidad con mi trabajo como oficial administrativo de la empresa Uralita, opté por matricularme en la Facultad de Ciencias, en Biología, aunque hasta el último momento estuve dudando entre esa opción y la de Astrofísica, cuando la Cosmología todavía no había alcanzado el desarrollo y esplendor que más tarde alcanzó.