Cierran las labores de rescate en uno de los sectores del vertedero

Los equipos de rescate que trabajan a destajo en el vertedero de Zaldibar empiezan a descartar zonas donde poder encontrar a los dos desaparecidos tras el derrumbe de más de medio millón de metros cúbicos de residuos industriales el pasado 6 de febrero. Consideran que Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán no pueden estar sepultados en la lengua del desprendimiento bautizada como B3, la que se encuentra más cerca de la autopista A-8. Por eso han dado por clausuradas allí las labores de desescombro y en la actualidad se está terminando de limpiar los últimos restos de residuos en esta zona, según el último informe del operativo desplegado por el Gobierno vasco en la escombrera, en el que colaboran más de 100 personas.

Los responsables del equipo también han decidido paralizar las labores de búsqueda en la zona B4, en la parte alta del vertedero a la izquierda (donde se encontró el coche de Beltrán), hasta lograr un nivel de estabilidad suficiente. Al parecer, esta lengua de residuos que se desplomó hacia escasos metros de unos caseríos cercanos, corre riesgo de volver a desplazarse, por lo que primero habrá que «descabezar la parte superior» para evitar riesgos. Solo entonces se retomarán allí las labores de búsqueda si antes no son encontrados los cuerpos de los dos trabajadores sepultados. 

Tres equipos limpian la zona cercana donde estaba la báscula

Donde sí se trabaja a buen ritmo es el área B1.1, la zona baja del espacio central del vertedero, unas decenas de metros más abajo de donde estaba la caseta de la báscula de las instalaciones. Se trata la explanada donde estaba ubicada la balsa principal de lixiviados del vertedero. Allí están desplegados tres equipos, dos de ellos con rastrillo para la extracción y cribado de los residuos desplazados, que tienen un espesor medio de ocho metros de altura. Según informan desde el Ejecutivo autónomo, «el objetivo es limpiar al máximo esta zona en los próximos días, siempre con la condición de no poner en riesgo el nivel de estabilización».

También están ralentizados los trabajos en la zona B2, la parte media de la gran lengua del deslizamiento que acabó invadiendo varios carriles de la autopista y donde se encontró el coche de Alberto Sololuze. Allí queda por rastrillar y limpiar una capa de unos 2 metros de espesor en toda su superficie, tareas que se realizarán en los «próximos días», ya que exigirán trasladar uno de los equipos de la zona B.1.1.

Desde que se produjo el derrumbe y, después de los problemas iniciales para actuar debido a la aparición de materiales contaminantes como el amianto que obligaron a parar puntualmente las tareas de desescombro y a que todo el personal utilice equipos de protección adecuados, el ritmo de los trabajos ha ido siempre en aumento, como lo demuestran las cantidades de residuos extraídas. La semana del 9 al 15 de marzo se sacaron 6.672 metros cúbicos y la del 6 al 12 de abril 9.237. En total ya se han retirado 86.896 metros cúbicos, la mayoría de los cuales se está depositando en una celda expresamente habilitada para este material en unos terrenos cercanos que tiene capacidad para albergar 140.000.

Fuente: www.elcorreo.com

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