El Juzgado de lo Social Número 2 de Avilés ha condenado a las empresas Reymosa, Imasa, Jünger Greten, y Montajes Térmicos y Refractarios Alfran a indemnizar con 116.000 euros a la familia de un trabajador que falleció en febrero de 2014 como consecuencia de un mesotelioma pleural, enfermedad típica de las actividades con manipulación de amianto. La sentencia, dada a conocer ayer por el sindicato Comisiones Obreras, es recurrible ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
El juez señala que «las empresas tenían obligación, como mínimo desde 1947, de adoptar precauciones en orden a preservar la salud de los trabajadores», no habiéndolo hecho o, en todo caso, de forma insuficiente.
Esta resolución se une a otra, también favorable para el trabajador, que dictó el pasado 1 de abril el Tribunal Superior de Justicia tras una demanda de Comisiones Obreras. En ella se modifica la indemnización establecida en una sentencia de 12 de febrero de 2016 sobre fallecimiento por exposición al benceno, elevándola de 183.000 a 375.000 euros.
El trabajador P.A.M., fallecido en julio de 2012, padecía una leucemia aguda adquirida mediante el contacto dérmico o por inhalación del benceno, subproducto de las baterías de cok, durante su trabajo en Arcelor. Dicha enfermedad se detectó en el programa Evascap (Equipo de Valoración de Sospecha de Cáncer Profesional) mediante el que se estableció la relación entre la enfermedad y el ambiente laboral.
Desde el departamento de Salud de Laboral de Comisiones Obreras de Asturias se advierte de que la sentencia señalaba que la empresa no habría acreditado el cumplimiento de la normativa que la obligaba a tomar medidas que, aún siendo de carácter genérico en ocasiones, venían establecidas para evitar una contaminación que ya se conocía como posible.
Para CC.OO. estos procesos «sirven para concienciar, evitar que los trabajadores sigan enfermando y lograr la mayor reparación a las víctimas y sus familiares».
En palabras del secretario de Salud Laboral de CC.OO. de Asturias, José Antonio Iglesias, «es importante hacer emerger las enfermedades profesionales que se encubren de manera casi sistemática como enfermedad común, porque además esta ocultación no favorece para nada la prevención».
Comisiones Obreras de Asturias ha celebrado este martes que la justicia le haya dado la razón al sindicato en dos casos judiciales sobre casos de enfermedades profesionales.
El Tribunal Superior de Justicia condenó el pasado mes de marzo a la empresa Izar a indemnizar con 446.531 euros a la viuda y a la hija de Arcadio Fente González, un antiguo trabajador fallecido en octubre de 2014 a los 54 años. A la víctima se le reconoció en 2013 una incapacidad absoluta permanente derivada de una enfermedad profesional por exposición a amianto en las instalaciones del astillero gijonés.
Fuente: www.elcomercio.es
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